Ecos. Por: “Noctívago”.
Hablar, dimensionar el horizonte en imágenes vívidas, en situaciones, unas veces deslumbrantes y otras llenas de una opacidad parecida a la ausencia; exponer las ideas, como quien ofrece su corazón cual fruto de dulces experiencias.
Así presentamos nuestra revista virtual, así ofrecemos las flores silvestres que se dan gratuitas a pesar de sus esfuerzos, que se entregan sin condición alguna en este vertedero de palabras, algunas tal vez con influencia de la escala dominante, otras quizá, con la indolencia de una sociedad confundida y ocupada.
Presentamos nuestra revista y tal vez alguien del público escuchó el pequeño fragmento de nuestra voz. De todos modos seguiremos caminando, porque escuchamos: el canto de los árboles, la risa del agua y la somnolencia de la noche.